A medida que el clima continúa cambiando, estamos aprendiendo más sobre esos límites. Los océanos son un componente esencial del ecosistema de la Tierra: una fuente de vida, biodiversidad y alimento. Según la ONUAA, más del 40 % de la población mundial vive a menos de 100 kilómetros de una zona costera. Por lo tanto, para garantizar la seguridad alimentaria global es crucial mejorar la gestión de los recursos oceánicos. Los ecosistemas de agua dulce son el alma de nuestro planeta, conectan a las personas con los recursos necesarios para prosperar.
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